El mundo en el que nos ha tocado vivir va a un ritmo frenético. Está todo el planeta interconectado para estar informados al segundo, vamos corriendo de un lado para otro como locos, siempre con prisas. Y no nos paramos un segundo ni siquiera para pensar qué estamos haciendo, simplemente lo hacemos.
Pasa a todos los niveles de la vida, en lo laboral y en lo personal. Y no nos preguntamos, casi nunca, de si lo que estamos haciendo nos hace sentir bien o no.
Stephen R. Covey, en su libro de los 7 hábitos expresa, resume y distingue perfectamente en la “Matriz de la administración del tiempo” entre IMPORTANTE y URGENTE.
Durante varias páginas nos va explicando qué ocurre y cómo nos sentimos cuando realizamos tareas sencillas: responder mails, ir a reuniones, estar en familia, etc.
Divide su matriz en 4 cuadrantes, y escenifica perfectamente el problema del cuadrante 1: IMPORTANTE Y URGENTE. Provoca estrés, problemas, cansancio, que nos llevan directamente al Cuadrante 4: NI IMPORTANTE NI URGENTE o lo que es lo mismo, perder el tiempo.
El cuadrante 3: NO IMPORTANTE PERO SÍ URGENTE “se basa a menudo en las prioridades y expectativas de los otros”, no en las nuestras, por lo que acabamos perdiendo el control de lo que hacemos.
De ahí que lo verdaderamente gratificante para nosotros es hacer cosas IMPORTANTES pero NO URGENTES, que nos den una visión de cómo y por qué las hacemos, pero, sobre todo, que nos equilibren. Maravilloso cómo ejemplifica Covey con situaciones reales que nos pasan a todos.
Yo decidí hacer la prueba de la Matriz del tiempo. Me senté y empecé a hacer mi propio cuadrante. Y es impresionante cómo te cambia la percepción de lo que haces. Te das cuenta de la cantidad de tiempo que malgastas en hacer cosas NO IMPORTANTES, y del tiempo que dejas de invertir en hacer lo que verdaderamente quieres hacer.
Este ejercicio me ayudó a gestionar mejor mi tiempo. Y aprendía a decir “No” a ciertas cosas que no me apetecían, aunque eso provocase malestar en otras personas, porque me daba cuenta que no disfrutaba y me sentía mal conmigo mismo.
Y con el tiempo he aprendido que si estoy en algún lugar disfrutando de lo que hago, transmito esa alegría y buen rollo a quien esté a mi alrededor.
Recomiendo la lectura de esta parte del libro. Y si realizas este pequeño ejercicio, te darás cuenta de si realmente disfrutas y estás a gusto con lo que haces cada día. Y si lo que es verdaderamente IMPORTANTE para ti lo riegas día a día
Aaaadiós