Como todos sabéis esta es la semana de la Feria de Sevilla. Una semana donde toda una ciudad se paraliza casi del todo, la vida se traslada al Ferial. Todo el mundo lleva semanas hablando de ella, de los trajes de gitanas que se han comprado, de si lloverá o pasaremos un calor sofocante…

Para mí es una de las mejores semanas, porque se dan muchas circunstancias. Durante toda la semana estás rodeado de tus amigos y familiares, estás siempre con la sonrisa en la boca, bailando y disfrutando de la alegría que se viven en las casetas con los grupos flamencos y música donde la reina de las reinas, como no, son las sevillanas y las rumbas.

Es maravilloso ver la Portada y las calles llenas de gente. Desde cualquier punto de la ciudad salen coches de caballos y caballistas contoneando a sus caballos dando mucha vida y alegría a la ciudad y, sobre todo, al Real. Las casetas se ponen de de grana y oro.

Además en el coso del Baratillo, en la Maestranza de Sevilla, una de las mejores plazas de toros del mundo, vienen, o se supone que vienen, los mejores toreros y se montan mil corrillos hablando de las gestas de estos maravillosos artistas. Que si el año del Juli, que si los Miura… Y encima este año reaparece Espartaco y sale por la Puerta del Príncipe. Los aficionados a la tauromaquia disfrutan como auténticos enanos. Yo, entre ellos. Es un arte que debemos proteger, nuca mejor dicho, a capa y espada.

Y cómo recuerdo la calle del infierno, donde un clásico de clásicos era la barca vikinga metidos en la jaula, o la olla, donde cada uno acababa como podía, o el martillo, que te ponían boca abajo. Y tantos cacharritos que ahora con los años hemos cambiado por la diversión en las casetas.

Pero donde más he disfrutado yo de esos momentos de feria es en Chicuelo 15. Sí, Chicuelo 15. ¡Qué grandes momentos! Todo el día y la noche llena hasta la bandera, no se cabía. Recuerdo cómo cerrábamos la lona de la puerta y la marcha continuaba hasta las mil. La parte de la barra no daba a basto con tanta gente.

Y la parte de baile, estaba hasta arriba de gente bailando sevillanas, rumbas, y lo que fuera. De allí no se iba nadie. Podían apagar la música, podían cerrar la barra, daba igual, no se movía de allí ni el Tato. Y así de lunes a viernes. Son recuerdos maravillosos rodeado de herman@s, prim@s y amig@s. ¡¡Chicuelo 15 fue una auténtica barbaridad!! Algun@ perdió allí, hasta… Y todo, por supuesto, con muy buen ambiente, ¡Un ambientazo!

Aquellos que vivisteis esos años lo recordareis bien, no me cabe ninguna duda. Los que no, os perdisteis la mejor época de una de las mejores casetas de la feria.

Por supuesto os deseo que sigáis disfrutando y divirtiéndoos de la mejor semana del año en Sevilla, bebiendo rebujito y bailando las sevillanas de toda la vida.

 Aaaadiós

Foto externa: https://farm4.staticflickr.com/3663/3545008511_36c167060c_o_d.jpg
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About Author

La vida hay que verla desde el lado positivo y optimista, por eso siempre busco todas las oportunidades que nos ofrece nuestro día a día, ya que una persona con ganas e ilusión consigue sus metas en la vida. Soy una persona extrovertida, que disfruta viajando y conociendo nuevas culturas. Me encanta jugar al tenis, correr, hacer senderismo y he hecho 2 veces el Camino de Santiago en bicicleta de montaña.

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