¿Cuántas veces nos ha pasado que tras tomar algunos alimentos sentimos dolores de estómago o  repentino hinchazón del cuerpo? Desgraciadamente es cada día más habitual. Porque seguramente, sin saberlo, eres alérgico o intolerante a ciertos productos.

De pequeño me tomaba 1 o 2 vasos de leche diarios. Y me encantaba, me sentaban de maravilla. Pero desde hace algún tiempo, si me tomo un poco de leche, el estómago no lo acepta y… ¡al baño! Es muy probable que sea intolerante a la lactosa.

Pero, ¿por qué, de repente, soy alérgico o intolerante a la lactosa? Podría entender que mi metabolismo haya cambiado. Sí. ¿Pero cómo va a cambiar el metabolismo de la mayoría de la población en tan solo unos años?

¡Se habla que el 56% de la población tiene algún tipo de intolerancia a la leche! Como no me creo que a tanta gente le cambie el metabolismo, no me queda más que pensar que la calidad de la leche ha disminuido de manera drástica.

Hace unas semanas saltaba la noticia que los productores de leche cobraban un precio inferior al que les cuesta producirla. ¿Cómo puedes ser? La primera consecuencia es que muchos tienen que cerrar. Problemón. Pero lo más grave es la consecuencia para los ciudadanos: Indigestión, irritaciones, hinchazones, enfermedades crónicas por culpa de la pésima calidad ¿Qué narices nos están dando? De todo menos leche.

La globalización y el Low, que tan de moda se han puesto, está genial. Puedes vender tu producto a cualquier persona del mundo en un click. ¡Es impresionante!

¡Hay que hacer un master para ir a comprar leche al supermercado! Leche entera, desnatada, semidesnatada, sin lactosa, para celíacos… ¡Es de locos! Y está provocando nuevos problemas, con sus respectivas consecuencias.

El sistema es fenómeno: produzco leche con una calidad lamentable, provoca que las personas no toleren esos productos químicos que les echan, y creamos otros productos para venderlos a precios mayores. ¡Negocio redondo!

Como con el problema del garrafón en España, ¡hasta que un día mueran varios consumidores de leche, o quesos! Entonces las autoridades sanitarias harán análisis y descubrirán las barbaridades que llevamos años consumiendo y todos nos echaremos las manos a la cabeza. Tipo lo de Volkswagen con los coches.

Porque nadie sabe a ciencia cierta qué comen las vacas, las cabras o las ovejas. Lo que sí vemos son animales mucho más grandes, cebados como cochinos y viviendo como chinos en recintos mínimos.

¿Y quién o quiénes serán los culpables? Pues como siempre, los gobernantes y las distribuidoras mirarán para otro lado y se quitarán de en medio. ¿Y al ciudadano? Vasito de leche, y sin lactosa.

Aaaadiós

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La vida hay que verla desde el lado positivo y optimista, por eso siempre busco todas las oportunidades que nos ofrece nuestro día a día, ya que una persona con ganas e ilusión consigue sus metas en la vida. Soy una persona extrovertida, que disfruta viajando y conociendo nuevas culturas. Me encanta jugar al tenis, correr, hacer senderismo y he hecho 2 veces el Camino de Santiago en bicicleta de montaña.

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