Hay muchas películas que hablan sobre la tragedia y las situaciones límites que se vivieron durante las II Guerra Mundial. La lista de Schindler muestra a un héroe que salvo la vida de cientos de miles de judíos. El niño con el pijama de rayas narra la amistad con uno de los niños judíos que sufre en Auschwitz. Son películas magníficas.

Pero el Señor Benigni relata una historia espectacular sobre un padre y un marido que vive los momentos más duros de su vida, y los afronta con HUMOR para que su niño piense que es un simple juego. El título ya nos muestra otro enfoque de cómo se puede vivir historias tan dramáticas.

Hacer gracias o chistes sobre un tema tan delicado puede resultar insultante, pero Roberto lo hace con una maestría tal, que la tragedia queda en un segundo plano y consigue que el HUMOR y la forma positiva que tiene Guido de vivir la vida están por encima de cualquier barbarie.

Mostró a un personaje que es capaz de ilusionarse y soñar a pesar de la situación tan dramática. Guido en algunos momentos vive una vida paralela donde triunfa la amistad, la familia y, por supuesto, el HUMOR. La actuación de Roberto es excepcional.

En la vida se dan situaciones límites. Lo que diferencia a unas personas de otras es cómo afrontarlas. Un ejemplo real fue Víktor Frankl, que lo contó en su Hombre en busca de sentido. Y el sentido que da Guido da su vida y a la de su familia recuerda a lo vivido por Viktor, y es sencillamente grandioso.

A día de hoy quien no recuerda “Buenos días princesa” o “María, la llave”. Y aquella escena en la que no puedes parar de reír cuando en el campo de concentración, en la habitación, un soldado alemán pide a alguien que traduzca lo que dice. Es desternillante la actuación de Roberto “traduciendo” las bases un juego para conseguir un tanque como premio.

La maestría del señor Benigni nos muestra la dureza de la cruda realidad. Después de tanta risa y pasarlo tan bien, se nos cortó la respiración a todos cuando Guido fue fusilado. ¡A quien no se le cayó alguna lágrima! Es una película, y todos queríamos que se salvara. Pero Roberto sabía que la película narraba una realidad, y la realidad era esa.

Pero el HUMOR y la vida seguían. Benigni rápidamente giró hacia la ilusión, hacia la sonrisa, y el pequeño Guiosué obtuvo su recompensa ganando el premio por su buena competición: el tanque.

Para mí es una de las mejores películas que existen. No sé si la mejor, pero desde luego un filme de época y un clásico del cine, ¡por supuesto que sí! Además lo bordó con una Banda Sonora espectacular, con ritmo alegre y vivo. Para hacernos ver que las dificultades se pueden superar con alegría y optimismo.

Benigni es un personaje en sí mismo. Cómo me reí cuando subió a recoger unos de sus Oscar, saltando de butaca en butaca. Un loco muy cuerdo

Decía un periodista deportivo que la vida puede ser maravillosa. Y Roberto Benigni nos mostró que no puede ser, que es, que LA VIDA ES BELLA y gracias a él aún más bella.

Aaaadiós

Foto externa: Javier Galán
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La vida hay que verla desde el lado positivo y optimista, por eso siempre busco todas las oportunidades que nos ofrece nuestro día a día, ya que una persona con ganas e ilusión consigue sus metas en la vida. Soy una persona extrovertida, que disfruta viajando y conociendo nuevas culturas. Me encanta jugar al tenis, correr, hacer senderismo y he hecho 2 veces el Camino de Santiago en bicicleta de montaña.

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