Hemos pasado una de las peores crisis económica y financiera de nuestra historia, y una de las debilidades que sigue manteniendo nuestra economía es el ahorro de las familias. Existe la creencia que los españoles ahorramos poco, con los datos en la mano, esto no es así si lo comparamos con otros países de la Comunidad Europea, lo que sí sabemos es que este ahorro no se canaliza de la manera adecuada para los objetivos que deberían perseguirse.

El ahorro debe plantearse siempre como un proceso, no como un evento (no sólo si me sobra dinero),  debe ser voluntario pues supone un sacrificio actual para satisfacción futura

Los españoles siempre hemos mantenido demasiado de nuestra inversión en inmuebles (sólo pensamos en tener nuestra propia casa…) y para ello nos hemos hipotecado buscando “el ahorro de terceros” entrando en una dinámica de “ahorro forzoso” para devolver este endeudamiento pensando que este activo nunca podría bajar, y la crisis nos ha demostrado que “el ladrillo” además de poder bajar, y mucho, es poco líquido si necesitamos venderlo. Además la inversión en activos financieros siempre la hemos tenido mal colocada en depósitos o cuentas a corto plazo poco rentables, y más en la situación actual de tipos de interés en mínimos históricos.


HuchaEl ahorro debe plantearse siempre como un proceso, no como un evento (no sólo si me sobra dinero),  debe ser voluntario pues supone un sacrificio actual para satisfacción futura
, y nunca, nunca debemos endeudarnos para invertir, sólo debe invertirse lo que no se necesite a corto plazo.

Empecemos por el primer paso necesario para ahorrar, fijarse un objetivo:

“¿Me podrías indicar hacia dónde tendría que ir desde aquí?

“Eso depende mucho del lugar al que quieras llegar”, respondió el Gato.

Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carrol.

Como ejemplo el más natural, y en mi opinión, el principal y más necesario objetivo es del ahorro hacia la jubilación, las razones ya las comenté en el  post Futuros pensionistas: ¿Larga pero pobre vida?

Una vez fijado el objetivo la siguiente recomendación es empezar cuanto antes la inversión de ese ahorro, no importa que al principio sea poco dinero, para aprovechar al máximo “la magia del interés compuesto”. La capitalización o acumulación de intereses puede hacer maravillas con el tiempo, créanme.

Una vez que empezamos a invertir la siguiente clave es hacer de ello un hábito, todos los meses, así empezamos con la diversificación en el tiempo, ya que minimizamos los vaivenes del mercado. No debemos jugar a adivinar cuando creemos que los mercados suben o bajan, eso no lo saben ni los profesionales o supuestos “gurús” que se dedican a ello todos los días, simplemente no los miremos y entremos en el mercado todos los meses, con ello siempre conseguiremos la mejor rentabilidad promediada posible. Como continuación también debemos diversificar en distintos tipos de activos o mercados así conseguiremos “no tener todos los huevos en la misma cesta”, todo lo contrario que hemos hecho los españoles con los inmuebles,  de esta manera y en los largos plazos les aseguro que conseguiremos los mejores resultados posibles y con el menor riesgo para nuestras inversiones.

Si nos preguntáramos en que vehículo o producto invertimos el proceso anterior, ahí tenemos opiniones para todos los gustos, personalmente mi preferencia son los fondos de inversión, pues me parece el vehículo más óptimo por su transparencia, diversificación, liquidez y optimización fiscal, no obstante no te preocupes demasiado por el producto concreto, pues de acuerdo a mucho estudios, siguiendo los consejos anteriores habrás conseguido ya el 90% de los resultados necesarios para tus objetivos.

En cualquier caso la elección del producto/s y la planificación del proceso nunca deberías hacerla sin el asesoramiento adecuado de un profesional de la inversión o planificación financiera,  y si es posible que éste sea certificado e independiente.

Me parece increíble que todavía no nos tomemos con normalidad la necesidad del asesoramiento financiero de un profesional, al igual que vamos a un médico o a un abogado, y todavía tomemos decisiones de inversión de manera autónoma o siguiendo simples indicaciones de familiares o amigos, tratándose esta elección una de las más importantes de nuestra vida, pues de ello depende nuestro bienestar futuro.

Y un último consejo: Nunca contrates un producto de ahorro para tu jubilación por el regalo que te de la entidad por contratarlo, lo que debes fijarte es que se ajuste a tus necesidades de rentabilidad y de  tolerancia al riesgo  y además conozcas con claridad los gastos en los que incurres hasta tu jubilación.

Hasta la próxima.

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About Author

1978. Economista, analista financiero y sobre todo deportista. Me considero una persona muy familiar a la que le gusta disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, y si es posible con los amigos de la infancia. En lo profesional llevo toda mi vida trabajando en el sector financiero, actualmente como Director Técnico de Seguros de Vida y Personales en España de Helvetia Seguros, entidad aseguradora suiza. Me gusta mucho mi trabajo, y me encanta estudiar todo lo relacionado con el análisis económico y los mercados financieros, cuanto más estudias y aprendes mas reconoces que te queda por conocer de los mismos.

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