“Cuando se celebre el día del Orgullo del Gilipollas no vamos a caber en la calle”. La frase de Arturo Pérez Reverte no va nada desencaminada. Y eso que el “tontemos Go” no había llegado e España y solo llevaba 1 semana en el mercado americano.
los “tontemos” no han llegado todavía a Brasil. ¿Habrá algún suicidio o abandono de la competición por no poder “cazar” dibujitos?
Podría ponerse el mes de Julio como el mes del Orgullo de los gilipollas, porque medio planeta, por no decir ¾, ha demostrado con creces serlo. Desde que apareció el juego infantil, no para de subir el número de imbéciles y tontos que malgastan su tiempo libre en cazar dibujos de mentira.
Lógicamente hay unos cuantos tíos que se parten de risa de todos estos “tontemos”, porque se están forrando a su costa. Y ponen y quitan dibujitos cuando quieren y donde quieren. ¡Se habla incluso que había uno en el Everest!
La cantidad de “tontemos” no hace más que mostrar el coeficiente intelectual de los ciudadanos. Desgraciadamente, así va el Planeta, con guerras y muertos por todos lados. Son igual de tontos y gilipollas, pero estos en vez de cazar dibujos, cazan personas.
Además hay que tener en cuenta, la cantidad de desórdenes públicos que este juego de tontos ha provocado, como el descontrol de Central Park cuando cientos de personas cruzaban la calle entre los coches, o cómo el gobernador de Nueva York ha prohibido a más de 3.000 pedófilos descargarse el juego para “proteger a los niños de Nueva York”.
Hay noticias que son para hacérselo mirar: un gimnasta japonés campeón del mundo y con 5 medallas olímpicas ha confesado que se ha gastado más de 4.000 € por jugar al “tontemos” con el móvil. Y un matrimonio americano abandona a su niño de 2 años para ir a cazar dibujitos… Incluso le costó la relación a un infiel que jugaba en la casa de su ex…porque el juego obliga a que los usuarios muestren su ubicación en cada momento.
¿Y qué decir de las “tontemos quedadas”? Madrid batió el récord del mundo reuniendo a 5.000 “tontemos”. Y se han prohibido algunas quedadas como la de Sevilla y otra en Madrid.
Y como está el patio, los “tontemos” no han llegado todavía a Brasil. ¿Habrá algún suicidio o abandono de la competición por no poder “cazar” dibujitos? Tiempo al tiempo…
Aaaadiós
