Heidi Krieger, una lanzadora de peso que representaba a Alemania Oriental allá por los años 80, no sabía cómo le iba a cambiar la vida por tener talento para el deporte de élite y querer representar a su País.
“Si sigues haciendo preguntas, tendrás problemas”
Informe Robinson, del genial Michael Robinson, me dejó petrificado cuando presentó en sus documentales el caso de esta atleta alemana, que consiguió ganar campeonatos internacionales. Dura unos 20 minutos. Es estremecedor, espeluznante escuchar a la protagonista hablar de las pastillas de colores que le suministraban sus entrenadores: Oral Turinabol
La RDA de los años 60, 70 y 80 necesitaba decir al mundo que el socialismo era el mejor sistema y utilizó a los deportistas, unos 15.000, como cobayas, sin importarles las consecuencias. Era la guerra, y había que ganar. Era un “dopaje de estado”, el “plan 14.25”, que duró más de 20 años (de 1.968 a 1.989)
A las niñas de 8-9-10 años les daban hormonas sexuales masculinas para desarrollar musculatura, aumentar la potencia, incrementar la agresividad. A las mujeres les suministraban el doble o el triple de testosterona de lo que tomó Ben Johnson en el 88, para los juegos de Seúl.
Suministraban sustancias químicas para mejorar el rendimiento y se hacía siguiendo la jerarquía, desde el gobierno a los sufridores deportistas. Y las consecuencias eran terribles: ganaban peso de forma brutal (“12 Kg. En 3 meses”), reducía los pechos, infecciones en los ovarios, y esterilidad de por vida.
Pero además producía cáncer, abortos, depresiones, trastornos alimenticios. Incluso los hijos de estos deportistas han nacido con malformaciones o ciegos.
Hasta qué punto estaban los atletas atemorizados, que la STASI (policía de la RDA) amenazaba a los deportistas que preguntaban más de la cuenta a sus entrenadores. “Si sigues haciendo preguntas, tendrás problemas”. Y Como suele pasar con los “poderosos”, los culpables ni pisaron la cárcel.
Andreas sufría trastornos emocionales, y “no entendía mi cuerpo”. Pensó en suicidarse. La ingesta de tal cantidad de hormonas, provocó que varios años después se cambiase de sexo, porque ya se sentía hombre y le gustaban las mujeres.
Durante años se ha preguntado cómo hubiera sido su vida sin el Oral Turinabol. Seguramente sería una persona anónima, tendría hijos, y lo que es más importante, tendría una vida “normal”.
Aaaadiós