Los niños y jóvenes de hoy día están “enganchados” a las tecnologías. Saben utilizar las Redes sociales, manejar los móviles y tablets y bajar App mejor que nadie. ¿Pero qué pasa si les quitamos la tecnología?

el aburrimiento hace que los niños lleven su imaginación hasta límites insospechados, que sean creativos

Desgraciadamente, y lo veo a diario en la calle y centros deportivos, sin sus “aparatitos”, no saben qué hacer. Se reúnen, si hay suerte, y se aburren como ostras, y en unos minutos van a sus padres decirles que están aburridos, que jueguen con ellos.

El trabajo, la falta de tiempo, el estrés… han provocado que los padres le dediquen menos tiempo a sus hijos. Sí, eso es cierto. Pero también es cierto que el poco tiempo que le dedican a sus hijos, no es para educarlos, si no para darle caprichos, y solucionarles sus aburrimientos. Los están “idiotizando”.

Muchos padres como no les dedican tiempo, encuentran su solución en las extraescolares. De esa manera los niños juegan y se divierten. Pero lo que no se dan cuenta los padres es que los niños también se tienen que aburrir, pasar tiempo sin hacer nada.

Hace poco vi en una red social un post donde se venía a decir que nuestros padres habían suspendido en educarnos, porque nos daban de comer lo que había, dejaban que nos aburriésemos, nos castigaban, y nos daban zapatillazos en el culo. Y sí,  ¡Conseguimos sobrevivir!

Cualquier idea era buena, rebosábamos imaginación, teníamos ocurrencias miles. Eso hacía que cualquier objeto o cosa fuese válido para jugar, una pelota, una lata, calcetines que hacíamos bolas. Era curioso que cuando nos dábamos un golpe, nos escondíamos de nuestros padres, te podías pasar todo el fin de semana sin decirles a tus padres que dolía aquí o allí, porque si no, no te dejarían jugar otra vez a lo mismo.

Nos pasábamos el día entero corriendo o jugando a cualquier cosa. “Policías y ladrones” “La botella” “Cielo cielo voy” “el paredón”… teníamos tantos juegos que aburrirnos era muy complicado. Parecíamos McGiver, sacábamos petróleo de la nada. Y eso sin hablar de la cantidad de juegos de mesa o de cartas, que hacían que se nos olvidase comernos el “bocata” de nocilla.

Cuando estábamos en casa, inventábamos ideas para contárselas a nuestros amigos y jugar todos juntos. Pasábamos tantas horas juntos, que nos inventábamos cientos de juegos, con nuestras propias reglas, claro!

imaginacion

Y no conocíamos las palabras estrés, psicólogo, psiquiatra, ansiedad. Eso no era para chavales. Lo que sí era de nuestra edad eran las luchas de los pequeños con los mayores para ganarnos nuestro sitio. Negociábamos un metro de banco, por 5 minutos más de campo de futbol, y los mayores nos “compraban” para no chivarnos. ¡¡Qué juventud!!

Por eso desde aquí aprovecho para decirles a los padres que empiecen a educar a sus hijos, que no los malcríen, que dejen que se aburran, y que por supuesto les dejen soñar. ¡Que son niños! Y los niños tienen que correr y jugar, pero también aprender a estar solos.

Los expertos dicen que en época de crisis es cuando surgen las grandes ideas. Por eso el aburrimiento hace que los niños lleven su imaginación hasta límites insospechados, que sean creativos. Ya verán cómo se divertirán todo el día.

Pero sin aburrimiento, sin creatividad ni imaginación, el futuro que les espera es la frustración, ansiedad, enfermedades mentales, falta de respeto… ¿Nos suena?… Se recoge lo que se siembra

Aaaadiós

Share.

About Author

La vida hay que verla desde el lado positivo y optimista, por eso siempre busco todas las oportunidades que nos ofrece nuestro día a día, ya que una persona con ganas e ilusión consigue sus metas en la vida. Soy una persona extrovertida, que disfruta viajando y conociendo nuevas culturas. Me encanta jugar al tenis, correr, hacer senderismo y he hecho 2 veces el Camino de Santiago en bicicleta de montaña.

Comments are closed.