Una campaña electoral más y, como siempre, fue hora de debatir sobre el “compromiso” político y económico de las futuras pensiones de los jubilados. Pocos temas hay tan sensibles para la opinión pública y tan determinantes del sentido del voto de los ciudadanos.
Y eso da miedo, pues las decisiones de verdad, las que hoy son necesarias pero políticamente incorrectas, se postergan buscando el aval del adversario político tratando de evitar la adaptación y reforma de nuestro sistema de pensiones.
¿Pero sabemos realmente con funciona nuestro sistema actual de pensiones? Decía el otro día un candidato que el problema de las pensiones es político y no demográfico. ¡Qué barbaridad! ¡Y se queda tan tranquilo!…vamos a explicarlo. ¿Saben ustedes que es un ‘esquema Ponzi’? Sí, eso que tiene tan mala “prensa” y que mucha gente lo conoce como ‘esquema piramidal’. Pues sí señores, así es nuestro sistema de reparto de la Seguridad Social para nuestras pensiones.
Existe la creencia generalizada que cada trabajador ha ido aportando a la seguridad social a través de la nómina durante toda su vida laboral y que de dichas aportaciones saldrá la pensión que le corresponda. Craso error. Pues las aportaciones realizadas sirven para pagar las pensiones de los pensionistas que haya en ese momento, y no para acumular las aportaciones para las prestaciones futuras de los actuales trabajadores.
¿Y qué está pasando con la proporción entre trabajadores y pensionistas? Pues que afortunadamente, cada vez vivimos más y con mayor calidad de vida, pero por el contrario cada vez nacen menos personas y tenemos menos trabajadores cotizando y además con salarios más bajos fruto de la crisis económica sufrida. Resultado: menos gente trabajando y menos salarios para pagar a mucha más gente que lo cobra durante cada vez más tiempo, el problema es evidente e innegable. Por tanto la reforma no es una opción, y cuanto más tarde se tomen medidas, mayor será el problema.
Me causa sorpresa escuchar algunas propuestas económicas de algunos partidos, cómo que se quiere financiar el mantenimiento de las pensiones con más impuestos. ¡Olé! Es decir que mantenemos las pensiones para que nadie se queje pero por el otro lado nos meten la mano en el otro bolsillo para poder pagarlas, ¡menuda trampa!
Es hora de ser honestos con los ciudadanos y explicarles la realidad demográfica, aunque sea difícil de entender para nuestros padres y abuelos, pero no podemos mantener las pensiones actuales a costa de que las financie con mucho esfuerzo una generación ‘mileurista’ con alto paro, o que tampoco se quiera trabajar más años para compensar el aumento de la esperanza de vida, o que se quieran mantener ligadas las pensiones al IPC cuando la generación que tiene que pagarlas sufre serios recortes en sus salarios para poder mantener sus trabajos.
Para colmo los políticos en lugar de explicar el problema e informar a los ciudadanos de las alternativas, lo esconden. La carta que el Gobierno no quiere que llegue a leer.
Y mientras se toman medidas consistentes, sostenibles y transparentes por parte del Estado ¿Qué podemos hacer los ciudadanos? AHORRAR, en lo que quieran pero ahorren. Mirar para otro lado y esperar que el sustento económico de nuestro futuro dependa de lo que decidan los políticos me parece una temeridad, así que ahorren, no importa que al principio sea poco dinero, lo importante es empezar a invertir en nuestro futuro cuanto antes. Pues el tiempo es uno de los grandes aliados del ahorro, la mejor manera de hacerlo ya lo dejamos para otro post.
Hasta la próxima y… permítanme que insista, AHORREN.
Nota del autor: Reflejo éste artículo, porque por mucho que se hable y diga, es un problema de eterna discusión.
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