Puede usarse para referirse a algo inútil, que no sirve para nada o que no es ni una cosa ni la otra.
Tiene su origen en dos bebidas: la chicha, que es muy fuerte y está realizada con maíz y se toma en países del centro y sur de América; y la limoná, que es una bebida suave y refrescante, típica en Castilla y realizada con vino blanco, limón y azúcar. Así la expresión “ni chicha ni limoná” empieza a usarse para expresar que en un bar o pub no hay bebidas fuertes ni refrescantes.