Si te gustó House of Cards, no ha sido sorpresa. Gracias a los bots se sabía de su éxito.
Debemos educar a nuestros clientes para el uso de nuestro nuevo canal y evitar la frustración
La inteligencia artificial sigue calando en el aporte y revolución digital que no parece agotarse, y ahora la prueba más fehaciente son los bots. Un bot es un software diseñado para realizar una serie de tareas por su cuenta y sin la ayuda del ser humano como hacer una reserva en un restaurante, marcar una fecha en el calendario o recoger y mostrar información a los usuarios. El modelo más frecuente es el del chatbot, un robot capaz de simular una conversación con una persona y por ello cada vez están más presentes en las aplicaciones de mensajería.
Estos robots conviven con nosotros desde hace más de 50 años gracias a las clarividencias de Alan Turing (puede que te hayas refresque la memoria de este matemático si te nombro su cuestionado biopic “The Imitation Game”).
Se están convirtiendo en la revolución en aplicaciones de mensajería instantánea como asistentes virtuales, y cada año su uso va in crescendo.
Pero su avance no es tan sencillo, tienen al otro lado de la pantalla a un consumidor muy exigente: Los chatbots deben proporcionar un on boarding amigable con guías para el uso del bot, tutoriales, materiales de capacitación (vídeos, GIFs, infografías).
Los chatbots no van a sustituir al equipo de ventas en su totalidad, van ayudarlos con actividades de baja complejidad como la resolución de preguntas frecuentes, van a optimizar tiempos para recolectar datos importantes y claves a la hora de lanzar una oferta comercial, van a dar soporte, pues estarán disponibles 365 días las 24 horas para responder las primeras preguntas.
El ejemplo más significativo lo muestra WeChat que en China está consiguiendo hacer más sencilla la interacción a través de la búsqueda por voz; haciendo que sea la aplicación de mensajería predominante.
Por último y para gente del Marketing y Negocios, ¿sabéis cuál es el objetivo más a primera vista? CTR y engagement altísimos. Como línea de partida para trabajar en un nuevo paradigma del marketing está bien, ¿verdad?
He dicho